Este Gobierno pasara a la historia por haber hecho retroceder en treinta años a la sociedad española

El Secretario General de la sección sindical de UGT en Arcelor Mittal de Gijón, Alberto Villalta, pronunció este discurso en la ceremonia de entrega de los Premios Primero de Mayo de UGT Asturias, que en su edición 2015 reconocieron, en su modalidad de Oro, el compromiso con las libertades y los derechos de los cinco sindicalistas de Arcelor injustamente condenados a prisión por participar en un piquete. Se trata de un texto de gran fuerza y  profundo contenido que emocionó a los asistentes y resultó largamente aplaudido.

Presidente, autoridades, Secretario General, Cándido, buenas tardes.

Compañeros y compañeras, amigos y amigas, quería comenzar agradeciendo esta insignia en nombre de los cinco premiados, al jurado de los premios primero de Mayo, a la Comisión Ejecutiva de la Unión Regional y hacerlo extensivo a toda la organización.

Es una oportunidad para poder poner voz, no solo a los cinco sindicalistas condenados de forma injusta de Arcelor, sino también de todos los compañeros que en Asturias pasan o han pasado por una situación igual. Y, por supuesto de los ochenta compañeros de Unión General de Trabajadores que en España están siendo procesados y condenados por defender sus derechos y libertades. Sin olvidar al resto de compañeros de otras organizaciones sindicales y sociales que suman más de trescientos.

En 126 años de historia, en situaciones históricas y contextos de falta absoluta de libertad se han dado millones de acciones relevantes en defensa de las libertades, que serían merecedoras de nuestro reconocimiento. Por eso queremos recordar a todos esos compañeros que de forma anónima en el tiempo han puesto su libertad y su vida en la defensa de derechos y libertades.

Estamos condenados, compañeros y compañeras, por una simple razón: ser sindicalistas; por haber estado ejerciendo un derecho fundamental como es el derecho de huelga, el derecho a la movilización, a la reivindicación, a defender los derechos legítimos de los trabajadores.

Esta sentencia claramente se enmarca en el contexto de acoso y derribo que el actual Gobierno de España, y muchos otros en el contexto internacional, están generando contra el sindicalismo y las organizaciones sindicales.

Somos, compañeros y compañeras, el último obstáculo, la última barrera para el neoliberalismo, que pretende implantar una dictadura económica y social, maniatando los derechos laborales, sociales y civiles y donde los trabajadores seamos meros espectadores y recojamos las sobras de una élite cada vez más rica.

Contra esto, compañeros y compañeras, tenemos que luchar unidos con toda nuestra fuerza y contundencia, sin perder el carácter reivindicativo que siempre nos ha caracterizado.

Como mejor se defiende el derecho de huelga es haciendo huelga.

Los sindicalistas no somos violentos

Los sindicalistas no somos unos incontrolados

Los  sindicalistas no somos delincuentes

Y ni mucho menos criminales

Cuando uno pasa por esta experiencia, se da cuenta cómo un Gobierno como el que tenemos es capaz de utilizar todas las herramientas a su alcance, (medios de comunicación, Fiscalía, la Judicatura, donde por cierto todavía están anclados personajes por los que no ha pasado ni pasará la transición, etc.) para conseguir su finalidad de reducir a la mínima expresión el derecho a protestar.

Este Gobierno, que pasara a la historia por haber hecho retroceder en treinta años a la sociedad española, no ha legislado para corregir esta situación y siguen avanzando los procesos, con condenas mayores que por delitos de sangre, de violación y no digamos ya por delitos económicos, que tanto daño hacen al interés general mientras son aplaudidos por el propio Gobierno.

Es necesario un cambio. Un cambio que vuelva a dar valor a los derechos fundamentales. Un cambio que coloque a las organizaciones sindicales en el papel que recoge la Constitución como pilar muy importante en el avance de los derechos en este país.

Quiero deciros que nuestra lucha por demostrar nuestra inocencia continuará, seguiremos defendiéndola con acciones y protestas.

Somos un daño colateral y planificado de este ataque a las libertades que pretende amedrentarnos y desmovilizarnos, pero no lo van a conseguir. No vamos a decaer, no conseguirán lo que pretenden, seguiremos luchando y trabajando por los derechos de nuestros compañeros, los derechos laborales y sociales.

Las Secciones Sindicales de UGT en Arcelor Mittal seguiremos siendo una parte muy importante de las movilizaciones de los trabajadores en Asturias.

Quería en este punto mostrar un agradecimiento especial a los compañeros de de la sección sindical por su apoyo incondicional y solidaridad.

Para terminar, compañeros y compañeras, este premio es para todos los afiliados de la UGT de Asturias. Quién de vosotros no ha participado en un piquete, en una movilización. Quién no ha tenido que defender una huelga, quién no ha tirado un petardo, quién no ha demostrado su indignación por tanto recorte, por tanta desigualdad.

Tenemos claro que si nos tocan a uno, nos tocan a todos.

Me vais a permitir que lea una nota que me hace llegar el compañero Jerónimo: “Me siento muy orgulloso de compartir dicho galardón con mis otros cuatro compañeros. Deseos trasladaros, mi agradecimiento por este reconocimiento que guardare en mi corazón lo que me reste de vida y lamento no poder estar compartiéndolo con todos vosotros, pero cuestiones familiares requieren el cien por cien de mi tiempo.”

Y por último, una nota sobre la justicia de nuestro fundador, Pablo Iglesias: “Sabemos bien que la justicia burguesa es tan bondadosa con los poderosos que delinquen como inflexible y dura con los pobres que tropiezan con el Código Penal siquiera sea por faltas leves (…). Estos fallos entrañan desprecio y crueldad hacia la clase trabajadora”.

Viva el sindicalismo!

Viva la UGT!

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