IGUALDAD O CONFLICTO

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Concentración delante de los ayuntamientos porque el objetivo prioritario es el logro de la igualdad efectiva, especialmente en el ámbito laboral, por ello nos comprometemos a través de nuestras acciones cada día para alcanzarla.

La reforma laboral y el aumento del SMI, entre otras medidas, buena parte de ellas fruto del Dialogo Social, están contribuyendo a luchar en mayor medida contra la desigualdad de género en el mundo laboral de nuestro país.


En 2022, mejoran algunos de los indicadores de las brechas de género en el empleo, aunque las diferencias entre mujeres y hombres siguen siendo muy elevadas y aún nos queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad real y efectiva.


Tasa de actividad

La EPA de 2022 muestra que la tasa de actividad de las mujeres ha crecido respecto de 2021, a pesar de ello, la brecha de género ha ascendido levemente en 0,07 puntos, situándose en 9,91 puntos. La tasa de actividad de las mujeres en 2022 fue del 53,84% frente al 63,75% de los hombres.

En inactividad

la diferencia entre mujeres y hombres sigue siendo enorme. La inactividad por labores del hogar, en las que se incluye el cuidado familiar, ha crecido en 0,71 puntos. Las mujeres son mayoría entre la población inactiva y constituyen el 57,43% de su totalidad. En 2022, del total de personas inactivas que no buscaron empleo por motivo de dedicarse al cuidado de niños o adultos enfermos, personas con discapacidad o mayores, el 91,71% eran mujeres. La mayor presencia de mujeres en inactividad se encuentra entre la población a cargo de las labores del hogar, mientras que en los hombres se localiza en la jubilación y prejubilación. La brecha en labores del hogar crece en 2022 en relación con 2021, situándose en el 87,71% de mujeres frente al 12,29% de hombres.


Tasa de empleo

Hay 1.539.720 mujeres ocupadas menos que hombres ocupados. La brecha de género se mantiene en la tasa de empleo, incluso vuelve a aumentar respecto al 2021. Por Comunidades Autónomas, solo siete de ellas presentan una tasa de empleo femenino superior a la media nacional (que es del 45,89%): Baleares con un 52,14%, Madrid con un 51,54%, y Cataluña con un 50,85% son las que presentan una tasa de empleo femenino más alta, seguidas de La Rioja (49,48%), Navarra (49,06%,) Aragón con un 48,03% y País Vasco (47,42%). El resto de las comunidades autónomas (12 en total) presentan una tasa inferior a la media nacional: Ceuta con un 35,03%, Andalucía con un 39,48%, Extremadura y Asturias con un 39,21% seguidas de Melilla (41,95%), Castilla y León (44,96), Canarias (44,41%,), Cantabria (44,05%), Castilla La Mancha (42,36%), Galicia (43,32%), Comunidad Valenciana (45,36%), y Murcia (45,28%).


Mujeres afectadas por la pandemia

Durante los años de la pandemia (2020 y 2021) el 52% y el 55,67% respectivamente, fueron mujeres quienes resultaron afectadas mayoritariamente por ERTES, ya que los periodos de inactividad y restricciones afectaron a sectores feminizados como hostelería, comercio, turismo, servicios personales como peluquería, revelando la fuerte segregación ocupacional de género que existe en el mercado laboral. En el año 2022, cuando se ha superado la crisis provocada por la COVID 19, y las causas ya no obedecen a la misma, las mujeres representan el 34,10% del total de personas afectadas por ERTES. En los ERTES de suspensión total de empleo son mujeres el 27,99% y en los de suspensión parcial las mujeres representamos el 48,15%.


Persiste la segregación ocupacional de las mujeres

que se concentran mayoritariamente en el sector servicios. El 88,65% de la ocupación femenina se aglutina en este sector, mientras que su presencia en industria, construcción y agricultura es muy minoritaria.

Las mujeres representan la mayoría solo en 4 grupos de ocupación del total de 10 grupos.

Así, las mujeres somos casi el 68% (67,64%) del total de personas ocupadas en el grupo de empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina, es decir, una amplia mayoría. En el grupo de las y los trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores representamos el 60,11%; en el grupo de técnicos y profesionales científicos e intelectuales las mujeres representan el 58,20% del total personas ocupadas, y en ocupaciones elementales un 56,94%, donde se incluyen los trabajos del hogar familiar. En el lado opuesto, en el grupo de artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción (excepto operadores de instalaciones y maquinaria) las mujeres solo son el 8,18% del total de personas ocupadas. Estos datos ponen de manifiesto la fuerte segregación ocupacional del mercado laboral.


En el año 2022, son mayoría las mujeres asalariadas que trabajan en su domicilio particular cuando se realiza ocasionalmente,

aunque durante la pandemia representaron la mayoría de las personas que trabajaban en su casa más de la mitad de los días de trabajo asumiendo el papel de maestras y cuidadoras.

El empleo a tiempo parcial

está desempeñado mayoritariamente por mujeres, constituyendo un factor muy importante de la precariedad y la desigualdad de género en el empleo. El 73,91% del empleo a tiempo parcial en 2022 lo han desempeñado mujeres, frente al 26,09% de los hombres. Este porcentaje es inferior al registrado en 2021, que fue del 74,67%. En 2022 se reduce en 1,52 puntos respecto de 2021. Del total del empleo femenino, tan solo el 78,37% es empleo a tiempo completo, mientras que para los hombres el trabajo a tiempo completo representa el 93,44%.


El paro de las mujeres

sigue superando al de los hombres, sin embargo, la brecha de género desciende respecto de 2021. El descenso en la tasa de paro de las mujeres en 2022 (1,96 puntos) es mayor que el experimentado por los hombres (1,79 puntos) y la brecha de género en el paro desciende en 0,17 puntos (de 3,66 en 2021 a 3,49 en 2022).

Las modalidades de contratación, la reforma laboral aprobada por Real Decreto–ley 32/2021,

de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, en términos absolutos ha beneficiado a las mujeres en 2022. Hay 1.021.775 mujeres más con contratos indefinidos y ha descendido en 401.245 las mujeres en contratos de duración determinada. A pesar de los efectos positivos que la reforma laboral 2022 ha tenido para las mujeres siguen existiendo importantes desigualdades entre hombres y mujeres. Somos mayoría en los contratos fijos discontinuos con 55,25% dentro de los contratos de duración indefinida. Y en los contratos temporales las mujeres representan 62,54% en los contratos temporales para cubrir la ausencia total o parcial de otro trabajador. La precariedad e inestabilidad en el empleo sigue afectando más a las mujeres que a los hombres.


La brecha salarial

desciende del 19,5 del año anterior al 18,72 (datos del 2020). La ganancia media para los hombres fue de 27.642,52 euros y para las mujeres de 22.467,48 euros, una diferencia anual de 5.175,04 euros. El descenso más elevado debido a la subida del 27,9 % del SMI se ha producido en Aragón que ha descendido la brecha salarial un 3,5 %, seguido de Extremadura cuyo descenso ha supuesto un 2,6%. Andalucía, Murcia, Navarra y Baleares son las únicas Comunidades Autónomas que no solo no han rebajado la brecha salarial entre mujeres y hombres respecto al año anterior, si no que ha aumentado 0,32 puntos a pesar de la fuerte subida del SMI de 2019.

Las tareas de cuidados familiares siguen siendo asumidas mayoritariamente por mujeres.

La presencia de trabajadores masculinos continúa siendo mayoritaria en los permisos retribuidos mientras que en los no retribuidos son mayoritariamente las mujeres quienes lo solicitan. La corresponsabilidad en el ejercicio del permiso por nacimiento, adopción o acogimiento mejora. Del total de prestaciones por nacimiento, 224.359 prestaciones fueron percibidas por el 1º progenitor, (habitualmente la madre biológica), el 47,36% y 249.361 prestaciones fueron percibidas por el 2º progenitor (en la mayoría de los casos el padre), un 52,64% del total de las prestaciones. Mientras que en las excedencias por cuidados de familiares, que son permisos no retribuidos, fueron disfrutadas un 72,2% por mujeres frente al 29,8% de hombres. En números absolutos, en el año 2022, 33.290 mujeres disfrutaron una excedencia por cuidado de hijos y familiares, frente a 14.165 hombres.


El acoso sexual y el acoso por razón de sexo

es una forma de violencia de género que se da en el ámbito laboral, entre otros. En España, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019, el 98,2% de las mujeres que han sufrido acoso sexual lo experimentaron por parte de un agresor hombre, y de éstas, el 17,3% tuvo lugar en el entorno laboral. Factores de riesgo como la precariedad o la realización del trabajo en condiciones de aislamiento son determinantes cuando se analizan los perfiles de las víctimas.

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