La mejora de los datos EPA aún no se traslada a la calidad del empleo

 

El comienzo del año da un respiro al mercado laboral asturiano según se desprende de los datos de la encuesta de población activa del primer trimestre, donde se produce un incremento de la ocupación en términos interanuales de 2.700 personas más, con lo que se acumulan dos trimestres consecutivos donde la situación en términos de empleo mejora respecto al año anterior. En esta ocasión el aumento de la ocupación es impulsado por el sector industrial (2.400 ocupados más) y servicios (9.600) que se ensombrece con el aumento de 21.000 parados más en la construcción.

Por su parte, el número de parados también desciende en Asturias respecto al primer trimestre del año 2013 y lo hace a una intensidad que supera a la media nacional y al del conjunto de todas y cada una de las comunidades autónomas. Con un descenso de 16.900 parados, un 13,4%.

Si bien, este descenso ha venido protagonizado en mayor medida por el desplome de la población activa (14.200 activos menos) que constituye un grave desequilibrio de nuestro mercado laboral cada vez más intenso y que  nos relega a la última posición en conjunto autonómico. Con la tasa de actividad más baja de toda España, el 52,01% (más de siete puntos por debajo de la media nacional del 59,46%).

Todo apunta a un posible cambio de tendencia en nuestro maltrecho mercado de trabajo y si bien desde UGT Asturias valoramos la mejoría de los datos reiteramos que no podremos hablar de una verdadera recuperación mientras se generen empleos de baja calidad, de bajos salarios y sin derechos. Mientras muchos trabajadores aún con empleo sigan estando en riesgo de pobreza ante el desplome en su poder adquisitivo. Basta comprobar cómo la temporalidad se ha incrementado tanto en España (del 21,9% al 23,1%) como en Asturias (del 21,7% al 23,3%), situándose ésta última por encima de la media nacional, o como la tasa de pobreza ha aumentado en 3,5 puntos desde que comenzó la crisis (28% en la actualidad) y como los salarios han descendido más de 8 puntos en el período 2010/2013.

No es socialmente asumible ni creíble una mejora real con una situación de 109.300 parados y un 47,7% de paro juvenil.

No podremos hablar de recuperación sin más calidad en el empleo, sin salarios dignos que nos permitan recuperar los niveles perdidos y menos aún si no somos capaces de reincorporar al mercado laboral a los parados en general a los colectivos que han sido más marginados social y laboralmente en esta crisis, como son los jóvenes, mayores de 45 años y parados de larga duración.

La cuestión que debemos abordar en estos momentos no sólo es salir de la crisis sino cómo salimos de ella sin dejar atrás y sumir en la marginación y en la pobreza a miles de ciudadanos y trabajadores. La incipiente mejora será lenta y hay miles de personas en la pobreza y en la marginación, por ello tanto desde el ámbito político, económico y social es necesario seguir implementando medidas que desde la responsabilidad y el diálogo social nos permitan salir de la crisis asegurando la cohesión social y la recuperación del estado de bienestar y para ello es condición necesaria un empleo de calidad y unos salarios dignos.

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